viernes, 8 de octubre de 2010

Características de la mujer que busco

Que no mire hacia atrás
Que no analice sus huellas
Que no cuide sus palabras y mucho menos sus actos
Que huya cuando le de la gana
Que me quiera hasta como no soy
Que sea algo amargada lo suficiente para frenar mis estupideces
Que sepa mantener en orden la casa
Que me ordene de tal manera que yo no me doy cuenta que me ordene
Que me confronte en el sentido estricto de las palabras
Que no se comprometa
Que sea libre
Que sea provocativa
Que mantenga el fuego
Que se olvide un poco de mi
Que me escriba garabatos aunque sea
Que se ría de mi o conmigo
Que le importe madres la opinión de los demás
Que me abrace aunque sea verano
Que me felicite aunque no sea mi cumpleaños
Que me diga amor sin utilizar la palabra amor
Que me sorprenda
Que sea imperfecta y que lo sepa
Que haga de mi vida un minuto
Que haga de mis minutos un siglo
Que mida las cosas sin usar el reloj
Que sea inesperada
Que mantenga el misterio
Que se renueve
Que me despierte
Que me haga reír
Que me invite a huir cuando esta vida se nos acabe.
Que le valga madres todo lo que dije en las características anteriores.

miércoles, 18 de agosto de 2010

Carta breve para cuando ya no quiera saber maldita cosa de mi

Cierto pudimos haber hecho algo más como mirar al mundo cruzados de brazos desde lo alto de un puente tomándonos un café, riéndonos de este fluir de gente que viene y va pero el verbo pudimos apesta y más en este momento que siento más cerca su olvido para este jugador, mal jugador de palabras que soy; talvez cada quien construyó por su lado las cosas, yo estuve emocionado mientras tanto y eso me motivó a tomarme más tazas de café mientras el color de sus ojos cambiaba a mi gusto y escribir sobre hojas palpables y electrónicas y quedarme hasta tantas horas de la noche tirado en la cama con el ventilador y su sonrisa fresca en mi mente, pero usted construía quiensabequé con las mismas palabras, y seguimos buscando eso que estamos seguros que nos unía y que yo sentía a través de la circulación sanguínea y el temblor de dedos, lo buscamos, quizá siempre estuvimos perdidos, pero es seguro que siempre iba faltar algo más y en el camino a mi me correspondía decir las palabras que tanto guardaba y que eran requisito para seguir con la búsqueda, era la otra vuelta, el salto sobre una vereda demasiado estrecha donde estaba seguro de caer y de ahí este texto, porque en este mundo no hay cabida para ambos y creo que no conocernos hubiese sido mejor que tratar de desconocernos desde ahora, talvez siempre sea esto así; admito que hay aquí cierta melancolía o como se llama eso cuando uno siente que el mundo se cae todito y que al mismo tiempo el cuerpo se derrumba y nos deja en la completa miseria. Pero no hay más, no había.

martes, 3 de agosto de 2010

El camino se acaba cuando doblas a la izquierda (Al viejo Bukowski)



Te gusta perderte por las calles de la ciudad
juegas a eternizar con palabras lo que alcanzas con los ojos
(éste no es tu mundo, ésa no es tu ciudad);
vas haciendo grandes tus sueños de bajo presupuesto
buscando algún editor que publique tus poemas, tus cuentos
(nadie los quiere, por cierto);
deberías estar golpeando duro a la soledad con tu vieja máquina de escribir
construyendo tu pequeño universo con tragos de cerveza
deberías estar alimentado al pájaro azul que vive en tu corazón
o mirando mujeres desde tu ventana del sexto piso;
si doblas a la izquierda, al terminar la calle, encontrarás la fama
a la muchedumbre memorizando tus versos
ahí estarán los críticos, las antologías, los premios
serás el mejor cotizado de los poetas malditos;
lástima que por ahora te conformes con deambular, con perderte;
lástima que falta más camino para que multipliquen el tiraje de tus libros;
porque solo la muerte puede acompañarte
a terminar la calle
y doblar a la izquierda.

lunes, 2 de agosto de 2010

Abstención

Puedo prescindir de tus labios
aunque por las noches el sueño me asalte
y crea que vuelvo a besarlos,
puedo prescindir de tu piel morena
aún cuando el aire arrastre tu textura
y sienta desde los pies que mi cuerpo tiembla,
puedo prescindir de tus pies descalzos
a pesar de que la tierra dibuje tu sombra
y haga que pierda el rumbo de mis pasos,
y prescindir de tu belleza completa
aunque por todas partes del mundo me duela tu ausencia.

jueves, 17 de junio de 2010

Andalones

Tenés que dejar un rato tu casa.
Yo telefonearé
quizá el inter de un sueño
a la mañana siguiente, medio despierto
a media taza de café
mordiendo la capita azucarada del pan
quizá mientras voy por las tortillas
en short, en chanclas, despeinado, limpio, en tenis

Yo telefonearé
quizá tu estés preparando el desayuno
contestado buenos días al vecino
ajustándote el brassier frente al espejo
comprando en el mercado
o viajando en taxi a tu trabajo

Yo telefonearé
para que vayamos a caminar bastante
por calles empedradas, pavimentadas,
carreteras federales, banquetas,
saltando baches, cruzando puentes peatonales
abriendo veredas urbanas,
haciendo escalas para un helado, un café
andando sin rumbo,
subiendo lomas, piedras gigantes
respetando las señales, transgrediéndolas
metiéndonos en terrenos de nadie,
haciendo dibujos con los pies sobre la arena

Yo telefonearé
ya tú sabrás.

viernes, 4 de junio de 2010

Summary

En esta lucha encarnizada entre los astros y nosotros, ayer casi perdemos.
El remolino de circunstancias gira en contra.
El destino es un dardo cayendo fuera del sitio que formamos.
El montonal de tiempo nos devora sutilmente.
Somos los extremos de una línea que se extiende.
¿A dónde se fue nuestra voz, en qué rincón oscuro germina rosas?
Quisiera ser polvo para pensarte muchas veces, para quererte de todas maneras, al mismo tiempo.

domingo, 16 de mayo de 2010

Lo que se me ocurre que somos

Cuando nos perdemos en la conversación y llegamos al punto que me tiembla la voz y a ti la mirada
Somos unos niños corriendo de la mano en un desierto de flores,
Cuando apartamos el tiempo, un lugar, para encontrarnos
Somos animales recién salidos de su jaula,
Cuando nos mandamos mensajes a distancia usando un poco la cursilería
Somos solo poesía del corazón o dos seres utópicos,
Cuando andás con tus prisas pero atendés mis palabras
Y nos cagamos de la risa o nos da ganas de llorar
Somos los protagonistas de algún cortometraje que habla del amor,
Cuando llega la hora de dormir y de bañarse
Y el uno piensa en el otro, lo desea,
Somos solo cuerpos imantando demonios,
Pero cuando despertamos y tu cumples tus tareas hogareñas y de escuela
Y yo voy al trabajo, y veo la carretera y pienso en la distancia y el tiempo en que estamos, entonces, se me ocurre que somos dos alfiles del mismo ejército y que el escenario nos condena a vivir a cada quien por su lado.

martes, 30 de marzo de 2010

Pataleo de mis manos

Es una pendiente muy pronunciada sobre la que voy cayendo cuando escribo y en vez de emocionarme, tengo ganas de guacarear; mis manos se apresuran a escribir ideas que aún no he pensado y mi esfuerzo consiste en ordenarlas de tal manera que mi disparate no sea tan evidente. Quisiera decir que mis manos Vuelan pero la frase me sale muy fumada, por esos mis manos sólo corren o patalean o ni eso. Y van creando un paisaje descompuesto, como trapiando un piso con todas las ganas de no hacerlo. Días como hoy que no logro detenerlas, parecen dos partes independientes de mi cuerpo. La derecha escribe y la otra se mueve solidariamente. Por eso he preferido, a veces, dictar al silencio de la noche mis pensamientos, re-sentimientos, reflexiones estúpidas, mentadas con nombres, frustraciones, ideas pendejas, etc. Así mantengo cierta cordura (al menos en mis manos) y mi sangre fluye de manera estable. Luego no entiendo nada de lo que escribo. Y diría que no soy yo completamente el que escribe, escriben completamente mis manos. No suena mal. Quiero decir que la culpa la tienen mis manos y cualquier conclusión más o menos profunda a la que pretendan llegar, no lograrán nada. Yo no tengo necesidad de escribir ni creo en la inspiración. Ahorita debería estar durmiendo. Pero el silencio de la noche no está para vociferar estupideces ni frustraciones ni re-sentimientos, etc. Ni mentadas con nombre.

sábado, 27 de marzo de 2010

Mi provisión para abatir tu ausencia

Hay un poco de tu aroma encerrado en un frasco pequeño
y el frasco es mío
lo tengo en mi cuarto a un lado de mi cama,
está bien cerrado (no hermético) sólo bien cerrado
para que escape en dosis mínimas,
confieso que tengo miedo que un día, después de las horas de trabajo
lo encuentre por toda la casa, saliendo por la ventana,
alojado en el patio como muriéndose o intentado huir con el resto del aire,
hasta hoy sigue quietesito, igual que si durmiera.
Estoy seguro, llegará el momento de abrirlo, en una situación de emergencia,
en temporadas que no sepa nada de ti
cuando no haya más motivos para seguir haciendo mi mala literatura
cuando en mi corta memoria te vayas diluyendo y me gane el miedo de perderte por completo
si mi vida se convierte en una línea recta
si caigo enfermo, si me da por leer libros enteros de autoestima,
o lo abriré para despedirte
despues de una carta o un mensaje o una llamada donde digas que ya no quieres saber maldita cosa de mi.
Me he dado cuenta que conforme transcurren los días tu olor dentro del frasco va tomando un color amarillo, a veces me da por pensar que sabe a piña, incluso hay ocasiones que lo observo detenidamente y eh llegado a suponer que quizá sea solo una frase tuya lo que hay ahí. No lo sé.
Bueno, es posible que la curiosidad haga que termine por abrirlo. Tampoco sé.

lunes, 8 de marzo de 2010

Corte al día

I No te guardo rencor por todo este desorden
II Es usted un acontecimiento y un apuro
III No tienes conciencia de tus efectos sobre mi
IV Pero tienes mi gratitud

jueves, 4 de febrero de 2010

Tus maneras de sobrevivir

Te mueves así, por dentro de mi vida
Por adentro y desde afuera,
Sobrevives porque sobreviven igual las cafeterías
(que miro con evidente soledad)
y porque las calles de la ciudad están hechas para caminar por las noches,
sobrevives sin más
en la volatilidad de tus palabras
en tu tajante manera de cerrar los ciclos de tu propia existencia,
sobrevives también porque yo me pregunto de pronto dónde estás
(y no sabes a dónde me lleva la imaginación)
Y estás sonando a cada rato en Lady blue
En mi tararear de una canción de trova ya olvidada,
Realmente permaneces eternizada en tus frases cortas e ingeniosas,
Vives en los libros
Supervives en Cortázar al que recurro con cierta frecuencia
Existes cuando estoy cerca de convertir en tinta las palabras
Y existes en las noches, en el aire misterioso de los sonidos de mi cuarto,
En las llamadas que no haces,
Los mensajes que quizá piensas,
Vivís en mis ganas
En lo imposible
La impredecibilidad
Aquí, sin mi, sobrevivís y te espero
(te espero como la noche espera el silencio)
Sigo adentro de la pecera para cuando nos hagamos viejos
Para cuando alguno de los dos quizá no mire y el otro lea en voz alta
Te espero porque hay más café que vida
Y las cafeterías sobrevivirán aunque nuestras ganas desvanezcan o se pierdan o se dejen
Aunque aún después de este texto y los demás que escriba siempre estarás después del punto final.
¿Te das cuenta de lo pequeño que somos?